Una mente optimista no es una facultad innata del ser humano. Es la actitud de cada individuo frente a situaciones desde una perspectiva favorable. Es un rasgo de la personalidad que depende de circunstancias externas y de su interpretación.

Actualmente, está la tendencia de entrenar el cuerpo para tener bienestar, pero no hacen lo mismo con la mente. Esta tiene que entrenarse de manera formal. Si gente se enfocara solo una semana de forma conscientemente en ver las cosas desde una perspectiva positiva, notará los cambios en varios aspectos de su vida.

Ejercicios para tener una mente optimista

Perfeccionismo positivo

Este ejercicio consiste en enfocarse en hacer cualquier actividad desde una óptica entusiasta, teniendo en cuenta el posible fracaso y superarlos sin desanimarnos y corrigiéndolos inmediatamente después que suceda.

La mejor manera de realizar este ejercicio es tomando momentos en el transcurso del día e ir identificando que tan exigentes podemos ser con nosotros mismo por algo que no salió como lo planificamos. Seamos constructivos y no destructivos.

Fijémonos en todo lo asombroso

Por naturaleza, la mente está programada para tener prejuicios negativos por conductas aprendidas en la búsqueda del peligro. Enseñemos a la mente a ser más optimista al buscar en nuestro entorno detalles asombrosos en increíbles que nos regala la vida.

Visualicemos los resultados que buscamos

Si algo nos sale mal, no hagamos un drama en torno a ello. Enfoquemos esa energía en lo que queríamos antes de equivocarnos para volver al momento donde nos perdimos. Siempre que tengamos algo que hacer, pensemos en cómo nos gustaría el resultado en vez de presionarnos buscando el lado negativo para lograr el objetivo.

Iniciemos cada día pensando en cualquier tarea o encuentro planificado. Visualicemos el mejor resultado posible.

Mente optimista cultivando la espontaneidad

La espontaneidad es un indicador de bienestar emocional. Cuando somos espontáneos dejamos de lado las apariencias, y de fingir lo que no somos ante los demás.  Cultivando la espontaneidad, reconocemos nuestros fallos y vacíos sin prejuicios. Ser espontáneo es ser natural, de ahí que la persona que lo sea no necesite disfrazarse para mostrar una versión mejorada de sí misma.

Reprográmenos el cerebro para la felicidad

La clave para entrenar el cerebro y ser feliz es tener más control sobre este tipo de proceso mental. Es decir, cuidemos los pensamientos y tratamos de detenerlos cuando estos se vuelvan negativos y rumiantes. Detenerlos y transformarlos es fundamental para mejorar nuestra perspectiva, nuestro optimismo y felicidad. Todo lo que decimos y creemos importa.

Evoquemos detenidamente esos momentos felices y centrémonos en aquello que realmente nos gustó de esos momentos, lo que nos hacía feliz. Pensemos en lo que sentimos, los olores, lo que vimos, de esta manera esos momentos quedaran grabados en el subconsciente y será mucho más fácil de recordar a futuro.