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Día mundial de la Salud Mental: Importancia

Día mundial de la salud mental

El día mundial de la salud mental se celebra todos los 10 de octubre desde 1982. Esta jornada tiene como propósito concientizar a la población y especialmente a los líderes gubernamentales para que impulsen estrategias adecuadas en la detección y atención de los problemas mentales.

Significado y nacimiento del Día mundial de la Salud Mental

La celebración de este día tiene su origen en el año 1982 y fue propiciada por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) con apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La consigna para este año es “Hacer de la salud mental y el bienestar para todos es prioridad mundial”.

La OMS definió salud (1946) como “estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. De ahí, es que se establecen vínculos entre la salud física y mental, como fundamento del bienestar personal.

Cómo fomentar una buena salud mental

Hacer ejercicio regularmente

Se recomienda una hora de actividad física diaria, actividades al aire libre, combatir el sedentarismo con algún deporte. Mantener una buena salud física fortalece la salud mental y social. Cuando se tiene salud física, el sobrepeso se evita, el corazón se fortalece, se mejora la postura, se crean vínculos afectivos, se bajan los niveles de estrés y ansiedad, mejora la concentración y la autoestima.

Dormir suficiente

Para favorecer la salud mental y física, las personas deben dormir mínimo 8 horas. Este descanso le permite al cerebro y al cuerpo, recuperarse de las energías pérdidas durante el día y bajar los niveles de estrés. Así, durante el descanso, lo prepara para un nuevo día, cargado buena actitud, fortaleza y ánimo.

Diseñar estrategias para enfrentar problemas

Mejor conocidas como habilidades de afrontamiento. Estos métodos se emplean para aprender a lidiar con escenarios de mucha presión. Este método coadyuva contrarrestar situaciones o problemas, donde se tenga que tomar fuertes decisiones y medidas, con inteligencia, flexibilidad, sin llegar a desistir y logrando una solución amigable.

Hacerles caso a las emociones

No se debe obviar las sensaciones de angustia, estrés u ansiedad, depresión o cualquier otra sensación que afecte tu estabilidad emocional. Las preocupaciones o cualquier estado emocional que afecte la salud mental deben ser habladas con especialistas para evitar que el mal estado emocional aumente.

Mantener el equilibrio

Equilibrar el trabajo, la familia y la vida socia se logra en la medida que se planifiquen estrategias saludables. Es decir, crear cronogramas de actividades, tomar pausas activas para el mejor manejo del estrés. Cabe señalar, que los colaboradores son más productivos cuando tienen resuelta su situación familiar y social.

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