La mayoría de las personas piensan que trabajar desde casa es fácil, pero nada podría estar más lejos de la realidad.

Ya sea que trabajemos por cuenta propia, a distancia o seamos dueño de nuestro propio negocio, trabajar desde el hogar tiene sus peculiaridades.

Puede ser difícil para las personas que tienen trabajos regulares, entender que solo porque no vayas a una oficina a trabajar, no siempre estás disponible. Esto puede incluir miembros de su propia familia, por supuesto.

Si tenemos una habitación aparte como oficina, cerramos la puerta. Y eso es genial. Pero si no la tenemos, buscamos un lugar donde podamos instalarnos con las herramientas y equipos necesarios para hacer el trabajo.

Si queremos empezar un negocio en el hogar o estamos trabajando de forma remota, aquí traemos algunos consejos que nos servirán de mucho para hacer el trabajo desde casa:

1. Comenzar desde temprano

Cuando trabajamos en una oficina, o nos tenemos que desplazar a nuestro lugar de trabajo, el viaje nos ayuda a despejarnos y sentirnos listos y productivos. En la comodidad del hogar, pasar de la almohada al lugar de trabajo puede ser mucho más abrupto.

Aunque te resulte difícil de creer, una manera de mejorar nuestra productividad cuando trabajamos en casa es ponernos manos a la obra apenas despertemos. Comenzar un proyecto apenas nos levantemos de la cama puede ser clave para progresar más rápidamente durante el día. De lo contrario, nos arriesgamos a que un desayuno prolongado y la pereza innata de la mañana se lleven nuestra motivación.

2. Pensemos que salimos de casa al trabajo

Las ideas asociadas al trabajo en oficinas, pueden hacer que nos sintamos más productivo, y no tengamos por qué renunciar a ellas si trabajamos desde casa.

Es decir, cuando trabajamos a distancia, debemos seguir la rutina igual como si fuéramos a nuestro puesto de trabajo: programar la alarma del despertador, prepararnos el café y vestirnos adecuadamente. Los navegadores de Internet como Google Chrome, permiten configurar múltiples cuentas con distintas barras de herramientas en la parte superior. Por ejemplo, una barra de herramientas para el trabajo en casa y otra para el trabajo en la oficina.

3. Organicemos el día como si estuviéramos en nuestro puesto de trabajo.

Para mantener una organización optima, dividamos las tareas del día y en qué momento las llevaremos a cabo. Si tenemos un calendario en línea, creemos eventos personales y recordatorios para pasar de una tarea a otra.

4. Tengamos nuestro espacio de trabajo

Que no trabajemos fuera de casa no significa que no puedas tener una oficina propia. En lugar de tumbarnos en el sofá o en la cama (lugares que asociamos con actividades en nuestro tiempo libre), busquemos una habitación o un espacio específicos para trabajar.

5. Evitemos distractores

Para evitar acceder fácilmente a las redes sociales durante el horario laboral, quitemos los atajos del navegador y, según Fast Company, cierra la sesión en cada cuenta. También puedes considerar la idea de trabajar en una ventana privada o, si usas Chrome, una ventana “de incógnito”. De esta manera, no iniciarás sesión en ninguna de tus cuentas y cada búsqueda web que hagas no completará automáticamente las palabras que escribes. Así evitaremos tomar demasiados “descansos” durante el día.

11. Planifiquemos las tareas de antemano

Dedicamos demasiado tiempo a definir lo que haremos durante el día puede evitar que alcancemos la meta. Además, si planeamos una lista de tareas con tan poco tiempo, podríamos sentirnos tentados a cambiar cosas sobre la marcha.

Hacer cambios en base a lo que necesitemos en nuestra agenda es importante, pero también lo es respetar las actividades programadas para el día. Tratemos de consolidar las actividades en nuestra agenda el día anterior. Esto hará que tenga más peso cuando pongamos manos al trabajo el día siguiente.