El Trataka es una antigua técnica de meditación, utilizada en el yoga, para potenciar la capacidad de concentración del individuo. El término proviene de la lengua sánscrita y se traduce como “observar”.

Como su nombre lo indica, el eje central del Trataka es observar un punto determinado. La imagen recibe la atención completa del individuo, a través de la contemplación o de la visualización (con los ojos cerrados).

Este antiguo método para potenciar la concentración, es una de las seis técnicas purificadoras del Hatha Yoga, conocidas también como Shatkarmas o Shatkriyas, un sistema diseñado por los yoguis para limpiar el cuerpo, la mente y el espíritu.

Las shatkarmas son: jala neti (irrigación nasal); dhauti (limpieza del sistema digestivo); nauli (estimulación abdominal); basti (purificación del colon); kapalabhati (respiración de fuego); y trataka.

Además de mejorar los procesos de meditación, concentración y memoria, practicar Trataka fortalece los músculos del globo ocular; contribuye con la relajación; y estimula el sexto chakra (Anja/ Tercer Ojo).

Asimismo, ayuda a minimizar los estados de ansiedad y estrés; activa las habilidades de tipo psíquico (por el contacto con el Tercer Ojo); contrarresta el insomnio y los terrores nocturnos; y proporciona paz interior, entre otras.

Tipos de trataka

Los practicantes de Trataka identifican cinco tipos o estados distintos, dentro de la ejecución de la técnica:

Bahir trataka

La atención se centra en un objeto externo (llama, flor, deidad, etc.), mientras los ojos permanecen abiertos.

Bahir antar

El ejercicio inicia con la observación de un objeto externo. Posteriormente, se cierran los ojos y el proceso de concentración se enfoca en recrear el elemento mentalmente (visualización).

Antar drishti

Visualización de un objeto, con los ojos cerrados.

Shoonya drishti

Es una tipo de Trataka cuya ejecución requiere el dominio de los tres primeros estados de la técnica, y se refiere a la contemplación del vacío (la nada) con los ojos abiertos.

Nirantra drishti

Consiste en mantener la mirada sobre un elemento, sin parpadear, durante el mayor tiempo posible. Los yoguis más expertos pueden pasar horas, en este estado de contemplación.

¿Cómo realizar trataka?

Uno de los ejercicios de Trataka más simple consiste en contemplar la llama de una vela. El objeto debe colocarse a una distancia entre un metro y 20 centímetros, dependiendo del punto donde se observe con nitidez.

Siéntese cómodamente con la columna recta (vistiendo ropa holgada), en un lugar donde no sea molestado. Puede situarse en el suelo, un cojín o una silla, lo importante es que sea una posición confortable.

Inicie la observación de la llama de la vela (la lumbre debe estar a la altura de los ojos). La respiración debe ser pausada. Deja que los pensamientos pasen por tu mente, sin detenerse en ninguno de ellos.

Permanezca con los ojos abiertos, sin parpadear ni apartar la vista, durante el mayor tiempo posible. Cuando los ojos se llenen de lágrimas o sienta cansancio visual, cierra los ojos y procede a visualizar la llama de la vela.

Cuando la imagen de la llama se disuelva por sí misma, puedes abrir los ojos y finalizar el ejercicio. La práctica debe inducir a la relajación, si en algún momento te sientes ansiosa o inquieta, interrumpe el ejercicio.

Se recomienda realizar Trataka en horas de la mañana o antes de dormir, preferiblemente con el estómago vacío o tres horas después de la última comida. No fuerces la vista.

Si utilizas lentes correctivos, no los uses durante los ejercicios, simplemente coloca el objeto donde puedas observarlo con nitidez.