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Ataque de pánico. Qué hacer para afrontarlo

Las crisis de pánico son situaciones de ansiedad que paralizan a quien lo padece y afecta su salud física y mental. El ataque de pánico, es un estado de ansiedad muy frecuente hoy en día. Por lo general se asocia con factores psicosociales y en algunos casos estos pueden aparecer por múltiples causas no relacionadas. El ataque de pánico es un episodio de miedo intenso y repentino. Sus síntomas pueden variar según cada persona. Por lo general son palpitaciones, sudoración, temblor, sequedad de boca, dificultades para respirar y sensación de asfixia, dolor en el pecho, náuseas y malestar abdominal, sensación de irrealidad. No obstante, algunas personas aprenden a detectar las situaciones que condicionan estas crisis, de manera que saben cómo evitarlas. Ante este tipo de crisis lo más recomendable es buscar la ayuda adecuada que permita la relajación del cuerpo y la mente para una buena salud mental.

Consejos generales que pueden ayudar ante un ataque de pánico

  1. Aceite de lavanda

Existen remedios naturales que ayudan a prevenir o calmar los síntomas de ataques de pánico. Es bueno probar con tratamientos naturales y evitar fármacos que creen dependencia. El aceite de lavanda en una esencia eficaz de relajación en caso de trastornos que afectan al sistema nervioso, según lo expuesto en un estudio realizado por la Western University of Health Sciences en California USA.

  1. Ejercicios

A través del ejercicio físico o de relajación se puede ayudar a controlar los ataques de pánico y a su vez aportar bienestar. El ejercicio físico no es la solución final a las crisis de pánico. No obstante, puede ayudar a reducir los niveles de ansiedad. Asimismo, se deben realizar ejercicios de relajación muscular. Es decir, hacer actividades como el yoga o el Pilates.

  1. Respiración controlada

Los ejercicios de respiración juegan un rol muy importante a la hora de favorecer la relajación. La dificultad para respirar es uno de los síntomas de las crisis de pánico. La hiperventilación, por ejemplo, podría incluso iniciar o mantener la crisis. Por el mismo motivo, aprender a controlar la respiración podría ser importante durante el proceso y a modo de tratamiento.

  1. Psicoterapia

La psicoterapia resultar ser efectiva para tratar a largo plazo las crisis de pánico y los estados de estrés. Es la vía idónea para superar este problema de manera definitiva. Además, la persona puede asistir a charlas de apoyo y grupos de autoayuda, si así lo desea. El psicólogo será el encargado de indagar en los problemas emocionales relacionados con este tipo de trastorno. Además, evaluará las causas y de qué manera que estas crisis se manifiestan en las afecciones corporales. Muchas personas sienten vergüenza por sufrir este tipo de trastornos. De la misma forma, se niegan a acudir a terapia, por temor a ser etiquetados de enfermos mentales. Priorizar el bienestar por encima de los comentarios dañinos o lo que puedan pensar otros es una decisión madura y denota valentía y compromiso. Hay que ser coherentes y dar el paso. Con ayuda de personas capacitadas se podrá superar este problema que actualmente es muy común en la sociedad.

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